HISTORIA Y DIRECTORES
La Banda de Música de Bolaños de Calatrava
La primera referencia a la Banda de Música de Bolaños data del 13 de febrero del año 1873, fecha en la que participó activamente en el acto de proclamación de la República en la villa. Era una banda de aficionados de carácter particular, con la que el Ayuntamiento contaba para recrear celebraciones relevantes en la localidad, sufragando todos los gastos. Sería a principios del siglo XX cuando la banda adquiere su carácter municipal.
Las diferentas etapas están definidas por la presencia de los directores que han estado al frente de la banda, ya en el siglo XX. Esto es debido a los largos periodos de tiempo que la dirigieron de forma interrumpida. En la primera etapa estuvo al frente Emilio Molina Serrano y abarca un periodo de treinta y dos años, seguida de las dos primeras décadas de trabajo en las que Víctor Sancho Hernando impulsó la cultura bolañega.
Periodo de 1923 a 1939
En este periodo, el director y organista almagreño, Emilio Molina Serrano, reorganizó la banda enseñando solfeo a nivel elemental y dando clase de todos los ins-
trumentos de viento y percusión, para nutrir a la banda de nuevos músicos, consiguiendo una notable calidad rítmica y sonora en instrumentistas de poco dominio. Las escasas referencias halladas en esta época, nos impiden profundizar en la vida musical de la misma, pero sí podemos considerar que la casa del maestro Molina fue un punto de encuentro muy significativo en el que tenía lugar la práctica instrumental, tal y como nos sugiere el diario El Pueblo Manchego:
Bastante antes de que asomara la faz el rubicundo «Febo» (perdón por lo manido de la frase), se reúnen en la casa de don Emilio Molina, varios hombres que llevan en las manos relucientes artefactos. Cuando ya no falta ninguno de los que deben acudir, salen a la calle, se colocan en admirable y correcta formación y el señor Molina, que está al frente de todos, alza su mano derecha en la cual empuña una varita, y a la señal prefijada, llenan los aires los acordes musicales de un pasodoble flamenco.
Durante 1936 y 1939 tuvo lugar uno de los conflictos bélicos más relevantes del siglo XX: la Guerra Civil. Es conocido cómo esta contienda influyó en la sociedad, y la música, por tanto, no quedó ajena al conflicto. La Guerra Civil española afectó de una forma directa a la vida musical del momento, a compositores, intérpretes e incluso al trabajo que venían desarrollando, siendo las bandas de músicas unas de las más afectadas.
No obstante, la Banda de Música de Bolaños (hay constancia documental de ello) siguió activa durante este periodo, gracias a la labor desinteresada del Maestro Molina y a la participación económica municipal, que con pequeñas subvenciones, pero fructíferas, consiguieron que no llegase a disolverse.
Periodo de 1940 a 1960
A pesar de las dificultades propias de la posguerra, Emilio Molina logró, en menos de una década, la recuperación y progresión de la banda. El apoyo económico por parte del Ayuntamiento de Bolaños, sería una de las primeras razones que ayudarían a reforzar la estabilidad de la misma. Las referencias encontradas sobre ello, revelan la regulación de dicho pago en el que se aprecia su incremento de forma paulatina: de 500 pesetas en el año 1941, hasta alcanzar más del triple de la cuantía inicial, 8.388,20 pesetas en el año 1943, cantidad considerable con la que se pretendía no solo sufragar los gastos ocasionados por el trabajo del director o los músicos, que cada vez iban adquiriendo mayor relevancia en el pueblo, sino en solventar los problemas de reparación, adquisición de instrumentos y contribuir en la cooperación económica del nuevo local donde establecería su sede. A cambio, la agrupación intervendría en los actos establecidos por el Ayuntamiento, los cuales quedaban reflejados por escrito en un reglamento y contrato en el que aparecían datos relacionados con el tipo de formación, plantilla mínima o escuela de educandos.
En el año 1947, contaba con una amplia plantilla constituida por un total de 30 números. Entre sus aspiraciones estuvo la participación en el primer Certamen Provincial de Bandas Civiles que tendría lugar en Almagro en agosto del 1947, coincidiendo con las fiestas de la localidad. Desafortunadamente, quedó suspendido al ser la Banda de Bolaños la única participante en el mismo.
Con el paso del tiempo, los buenos años de los que había disfrutado la agrupación con anterioridad se vieron afectados por el estado de salud y edad del director. Por ello, los propios músicos remitieron una instancia al Ayuntamiento, aludiendo a la ampliación de la subvención recibida para gestionar la plaza de un nuevo director. Sería en enero de 1956 cuando se establecería un nuevo convenio con la banda en el que el antiguo director ocuparía la plaza de asesor técnico y el joven burgalés, Víctor Sancho Hernando, tomaría su relevo. Sin embargo, la ilusión del nuevo director, procedente de Lerma, se vería truncada por las carencias existentes: la inestabilidad de la plantilla, el mal estado de los instrumentos, uniformes, local de ensayo y la indisciplina de determinados componentes.
Todos los puntos anteriormente citados hicieron que Sancho, notificase por escrito al Ayuntamiento la lamentable situación. El director obtuvo como respuesta el compromiso de arreglar y comprar dos instrumentos cada año hasta conseguir el material necesario para el mejor funcionamiento de la agrupación, así como la aprobación de realizar rifas o festivales para la recaudación de fondos. A pesar de los momentos de inestabilidad que caracterizó el final de la década de los 50, el tesón del director, logró recuperarla de esta crisis interna, alcanzando en el 1959 una plantilla que sobrepasaba la treintena de miembros y que gozaba de nuevo instrumental, nuevos uniformes y que amplió su repertorio con transcripciones de zarzuelas y obras de actualidad.
Periodo de 1961 a 1979
Durante los primeros años de esta etapa, la banda sufriría una fase de decadencia y de gran inestabilidad, reduciéndose a diez músicos en 1963. No obstante, los intentos del director por mantener a la banda a flote se observan a través de las cartas que remitía al Ayuntamiento.
La renovación del convenio de prestación de servicios del 11 de enero del 1961 trajo consigo el incremento de su partida presupuestaría, el cual no paralizaría las bajas. Las festividades de San Antón y San José de 1962 fueron de las actuaciones más complicadas, ya que la agrupación, constituida por trece intérpretes, tuvo que ser reforzada por músicos de fuera de la localidad, para la actuación. Esto supuso la creación forzosa de una banda juvenil como recurso alternativo para poder hacer frente a los actos establecidos en el contrato. Para ello el director preparó «cuatro marchas muy sencillitas, cada una no tenía nada más que seis notas».
La Banda de Música de Bolaños de Calatrava (1923-1979)
En los años 70, la adquisición de instrumentos fue fundamental para la vida de la banda, debido a la ampliación de la plantilla y al cambio de diapasón que sufrió el instrumental, siendo inválido el arreglo de los instrumentos antiguos. En el inventario de bienes del Ayuntamiento del año 1971, se disponía de una amplia instrumentación valorada en 30.000 pesetas y constituida por: un flautín, dos flautas, dos requintos, nueve clarinetes, dos cornetines, una trompa, dos fliscornos, tres saxofones, dos trompetas, tres trombones, dos bombardinos, dos tubas, una pandereta, unas castañuelas, dos tambores, bombos, platillos, atriles particulares y un saxofón adquirido de medio uso.
Durante este periodo cabe destacar la inclusión de las mujeres en las bandas, siendo un hecho significativo, y a su vez un proceso complejo al existir una serie de
prejuicios que giraban en torno a ello. Las mujeres estuvieron destinadas a la interpretación de determinados instrumentos de viento madera, que por sus características se consideraban más próximos al género femenino. Este hecho histórico en la Banda de Música de Bolaños tuvo lugar el 19 de marzo del 1979 con la incorporación de tres clarinetistas, las cuales debutarían en la procesión de San José. A partir de este momento, la figura de la mujer fue habitual, ya que al año siguiente cinco componentes femeninos más formarían parte de sus filas.
La historia así como los datos mostrados responden al estudio llevado a cabo por María de los Dolores Calvo Aranda
Don Emilio Molina Serrano
El maestro Emilio Molina Serrano fue el primer director del que se tienen registros. Natural de Almagro, fue músico de la banda que dirigía su padre Avelino Molina Cano. Se trasladó a Bolaños ingresando en la banda y tomó la batuta en el año 1929. Durante su periodo reorganizó la banda enseñando solfeo a nivel elemental y dando clase de todos los instrumentos de viento y percusión, para nutrir a la banda de nuevos músicos, consiguiendo una notable calidad rítmica y sonora en instrumentistas de poco dominio. cargo que ocupó hasta su jubilación en 1955. En mayo de 1956, el pueblo de Bolaños le rindió un homenaje por su meritoria labor al frente de la Banda de Música de Bolaños.
Don Víctor Sancho Hernando
Maestro Víctor Sancho.
Don Víctor Sancho Hernando, el cual da nombre a nuestra banda, nace en el pueblo burgalés de Villadiego un 16 de octubre de 1925. Cursó estudios de solfeo, piano, historia de la música, estética, armonía, contrapunto, fuga y composición en los conservatorios de Bilbao, Valladolid y Zaragoza.
La primera orquesta que dirigió fue la del pueblo de Lerma (Burgos) con solo 24 años, trabajo que compaginó con el de organista en la Colegiata San Pedro y director de los coros de la misma localidad.
En 1956 don Víctor Sancho conoció a través de un anuario dedicado a todas las bandas de música de España que el puesto de director en Bolaños de Calatrava está vacante. Decide viajar hasta Bolaños de Calatrava donde llega a un acuerdo con el alcalde de entonces, Ángel Paredes, y con el sacerdote de la parroquia, Rafael Gallego, para ocupar los cargos de director de la banda y organista, sustituyendo en el puesto a Emilio Molina.
En 2008 abandonó su puesto como director de la banda de música, tras 53 años a su cargo. Durante su trayectoria como director, Don Víctor Sancho fue compositor, dejándonos entre otros el pasodoble “Bolaños, tarde de fiesta” y “Recuerdos de Burgos” y docente, enseñando a tantas generaciones y a sus más de 90 educandos que formaron y forman parte de las filas de la Banda. Fundó también la coral y un grupo de coros y danzas y contribuyó activamente al enriquecimiento de la música y la cultura en Bolaños.
Don Blas Calzado Díaz.
Don Blas Calzado Díaz. Natural de Bolaños, Don Blas Calzado comenzó sus estudios a los 7 años de edad de la Mano de Don Víctor Sancho, el cual le entregó un saxo ante la necesidad de estos instrumentos allá por los años 60. Fue este instrumento con el que alcanzaría mayor perfeccionamiento y destreza, manejándolo como pocos lo hacían. También destacó como percusionista pues actuó como redoblante en la Hdad de San Juan Evangelista y en los míticos “Armaos” Bolañegos adquiriendo la categoría de Primer Teniente. También cabe destacar su paso por las orquestas, ya que formó parte de la “Agrupación Sindical de Músicos Españoles”.
Pasó 45 años en la banda como saxofonista titular, y tras varios años ejerciendo como subdirector por la edad de Don Víctor el cual le enseñó armonía avanzada y dirección, cogió la batuta en 2008, ostentando el cargo de director 8 años hasta su fallecimiento.